Iconografía áulica: la monarquía
BIBLIOGRAFÍAGómez López, Consuelo, El arte en el Próximo Oriente antiguo, 2006.
Keel, Othmar, La iconografía del Antiguo Oriente y el Antiguo Testamento, 2007.
La Edad Antigua suena peligrosa porque sus estadios
culturales se enuncian con nombres de materiales usados principalmente
para construir armas: cobre, bronce, hierro. La defensa del
territorio, identificado como nación, forzó la creación de un cuerpo especializado, el ejército, y suscitó la idolatría común por un personaje capaz de encarnar idealmente la fuerza y el coraje: el héroe. El héroe, el producto artístico más vendido de la historia, protagonista tales proezas que los poetas cantan sus gestas para que todo el mundo las aprenda y recuerde. La inmortalidad del cuerpo no existe; solo la fama podría ser inmortal.
La minoría armada
se constituye en “poder de los mejores” (aristocracia) y se
rodea de un cuerpo intelectual (clero o iglesia) destinado a reforzar la estabilidad
del sistema engrandeciendo a los poderosos con exagerada publicidad (por
ejemplo, certificando su origen divino) y consagrando, en definitiva, la
monarquía, pero también conteniendo y reprimiendo las sublevaciones contra un sistema político tan injusto.
El arte iconográfico de los imperios antiguos sirve sobre todo a esa publicidad áulica, regia, monárquica e imperial, que se confunde con la religiosa porque los reyes se creen dioses. Ante el miedo de la guerra, los dioses masculinos son adornados con superpoderes de destrucción masiva: rayos, inundaciones, lluvias de fuego.
ESTILO
ABSTRAIZANTE La idea de rey
es más importante que el rey individual; así, salvo excepciones, no se producen
retratos sino figuras de rasgos convencionales. El estilo naturalista es más preciso en la representación de animales que de humanos; en estos últimos percibimos una reducción de lo orgánico hacia lo geométrico, y hablamos entonces de
"naturalismo abstraizante" o "geometrizado"; volúmenes y siluetas se acomodan a figuras geométricas sencillas: brazos casi perfectamente cilíndricos, ojos almendrados, cabezas esféricas.
A
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LITERATURA
Poema de Gilgamesh Literatura
e iconografía están siempre íntimamente relacionadas, porque a menudo
la segunda es la proyección visual de la primera. La literatura más trascendente del período arcaico de la Antigüedad, datada hacia 2500 AEC, es el Poema de Gilgamesh,
origen de casi todos los estereotipos heroicos del pasado y del
presente (Jasón, Aquiles, Hércules... hasta James Bond e Indiana Jones).
Los héroes son hombres casi invencibles que viajan por el mundo
probando su fuerza e ingenio combatiendo contra enemigos que, a primera
vista, los sobrepasan en poderío y tamaño (monstruos). Recalcamos,
grandes viajeros, desde Gilgamesh a James Bond, las historias de héroes
facilitan el escapismo de los lectores y espectadores.
| Gilgamesh peleando contra el Toro del Cielo y una pareja de leones, ayudado por Enkiddu. Grabado de un sello cerámico sumerio hallado en el cementerio de Ur, 3000 AEC. |
Su viaje termina en la desilusión: no existe la inmortalidad. Gilgamesh
fija el modelo de héroe literario y cinematográfico en sus principales y
más constantes rasgos: el héroe es siempre o casi siempre huérfano (a
menudo su propósito es vengar al asesino de su padre), emprende un viaje
cargado de peligros que le lleva a descubrir lugares exóticos y a
tratar con enemigos y aliados, pero al mismo tiempo adquiere
conocimiento de sí y del mundo; a menudo también valora la fraternidad
masculina sobre el amor sexual y evita el compromiso familiar. Sucesivas
novelas, cuentos y películas enriquecerán la iconografía del héroe y
los matices de sus andanzas: James Bond, Indiana Jones, Izan Hunt,
Mulán.
También
en Gilgamesh se encuentra la referencia más antigua conocida al
"diluvio universal", inspirada seguramente por las grandes inundaciones
que provocaban los ríos Tigris y Éufrates debido al deshielo. La idea de
"fin del mundo" será muy importante en la literatura y la ficción
audiovisual del futuro, recurrente en las series de James Bond y Misión
Imposible.
Resumen de temas literarios encontrados en Gilgamesh.
-Héroe huérfano, a menudo vengador del padre asesinado.
-Héroe vencedor de enemigos monstruosos.
-Héroe viajero: tierra, mar, aire.
-Adquisición de sabiduría: la imposible inmortalidad.
-Amor fraternal y/o homosexual superior; desprecio del matrimonio.
-El fin del mundo.
Libro del éxodo Al II milenio AEC pertenece el Libro del Éxodo,
incluido en el Antiguo Testamento, origen de los textos y filmes que
nos hablan sobre la migraciones y la fundación de patrias.
ICONOGRAFÍA
HÉROES CONTRA MONSTRUOS El héroe es representado en el combate contra el monstruo. Lo encontramos en el sello de Gilgamesh será abundante en las representaciones del más famoso de los héroes arcaicos, Hércules. Inspirará las representaciones de los valientes y crueles reyes asirios, representados en la caza del león.
| Hércules matando a la hidra de Lerna, mosaico, siglo II. Madrid: MAN |
EL CABALLERO
Es muy probable que el caballo representara el principio masculino en la cultura paleolítica. Este
mensaje parece redoblarse en la Edad Antigua cuando, a lo largo del último milenio antes de la era común, el caballo se convierte en montura y arma de guerra. Los primeros guerreros representados como jinetes o caballeros fueron los asirios, quienes debieron de aprender esta habilidad de pueblos esteparios orientales (mogoles). Después, los griegos continuaron esta iconografía para sus héroes y finalmente Roma la consagró como iconografía áulica cuando instaló sobre una plaza la estatua ecuestre del emperador Marco Aurelio. La iconografía del caballero no ha sido abandonada desde entonces.
RECIBIENTO TRIBUTOS Las ilustraciones de desfiles que finalizan junto al rey entronizado son tan antiguas como la ciudad de Ur (Estandarte de Ur,
III milenio AEC, Londres: Británico). Pero la mayor representación de esta
iconografía se realizó para ilustrar las escaleras del salón del trono
del emperador persa Darío el Grande (Apadana de Persépolis, IV AEC), en Persépolis.
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LA DERROTA, LOS VENCIDOS En la misma pieza, por la otra cara, descubrimos guerreros y unos miserables pateados por los caballlos. Son los vencidos, los derrotados, representados con esta iconografía coincidente en Mesopotamia (Estandarte de Ur) y Egipto (Paleta del rey Narmer). Si el vencedor se erige orgulloso, al vencido le corresponde el suelo.
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Águila leontocéfala,
bronce mesopotámico del III milenio AEC. Mitad león y mitad águila, animales que reinan sobre la tierra y el cielo. Parece proteger a los ciervos
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| Rahotep y su esposa Nofret, los 4.600 años |





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