martes, 28 de noviembre de 2017

Capítulo 17. Imágenes para todos: la revolución iconográfica contemporánea y las vanguardias

Democracia de la imagen: medios de comunicación de masas gracias a la industria

Fotografía, la técnica accesible en manos de todos

Vanguardias, la revolución formal  


LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS 

Hacia la democracia de la imagen     La sociedad estructurada como una jerarquía de personas según su valor espiritual donde la cúspide la ocupan siempre varones blancos aristócratas se ve remplazada paulatinamente por ideales democráticos, burgueses y cosmopolitas. Y tan perfecto es el avance hacia la democracia que, incluso el naturalismo, cuya posesión pertenecía celosamente a un grupo de artistas sumamente cultivados en  técnicas reproductivas, será ofrecido, donado, repartido a todos los ciudadanos del mundo. La fotografía democratiza el naturalismo.

Y la fotografía no viene sola, sino acompañada por la revolución mecánica de la prensa. El grabado, dijimos, supuso una revolución iconográfica porque las imágenes reproducidas resultan menos onerosas que las originales y una cantidad mucho mayor de personas pueden adquirirlas. Pues eso no es nada comparado con lo que la prensa decimonónica, igualmente mecánica y fruto de la misma revolución industrial que abarata tejidos y crea ferrocarriles, va a poder hacer por medio de revistas y periódicos. Hacia 1825 se produce la verdadera eclosión de la prensa alimentada por la reproducción mecánica litográfica. 

En realidad, los títulos de las publicaciones periódicas del siglo XIX son la mayoría de vida muy breve, pues todavía no se sabe muy bien cómo sostener una revista en el tiempo. Del siglo anterior, se mantiene el sistema de las suscripciones, pero este es muy voluble y a menudo insuficiente. Solo paulatinamente será remplazado por los anuncios publicitarios, los cuales serán el soporte de las publicaciones en el futuro. 


REPERCUSIONES DE LA FOTOGRAFÍA, TÉCNICA ACCESIBLE
Arte democrático     En nuestros días incluso el individuo con menos inclinaciones artísticas del planeta hace fotos. Ninguna otra técnica artística puede competir con la fotografía en la facilidad con que produce imágenes. Aunque esto no era así cuando se inventó, pues la revolución industrial no fue capaz de producir máquinas fotográficas portátiles y baratas, todo el mundo se dio cuenta de que el negocio y el arte iconográficos tendrían que cambiar para siempre. Era cuestión de años que se inventara una máquina fotográfica razonablemente pequeña y asequible. Lo hizo Kodak en 1888.
 
Reestructurar el negocio de la figuración     Se atribuye al pintor inglés William Turner la siguiente declaración acerca del nacimiento de la fotografía: “Celebro haber vivido en mi época, ahora que la pintura ha muerto”.  El inmenso gremio de la figuración palideció ante la invención de la fotografía: ¿cómo ganarse el sustento ante una máquina capaz de realizar este trabajo?
El primero y más lucrativo negocio de la fotografía fueron los salones de retratos; se instalaron en todas las ciudades preeminentes y trabajaban a precios asequibles. Algunos pintores se reciclaron en fotógrafos para asegurar su supervivencia.  
Louis Daguerre, Boulevard du Temple, París, 1839.
Una de las primeras fotografías de la historia
Reestructurar el arte:  las vanguardias     Al desconcierto laboral y económico, se sumó otro de calado estético y filosófico: ¿tiene sentido seguir pintando? Dibujando sí, porque el dibujo detiene y concreta nuestras ideas sobre el papel: es un instrumento de diseño fundamental tanto para imágenes figurativas como para productos de diseño. Pero ¿seguir pintando? Este desconcierto propició un fenómeno artístico sin precedentes: la experimentación libre con la figuración artística, es decir, el fenómeno que hoy denominamos “vanguardias”. Las vanguardias fueron los movimientos artísticos que entre 1850 y 1970 superaron las reglas básicas del academicismo clásico; en el caso de las imágenes, las vanguardias fueron las distintas y sucesivas ideas de representación artísticas diferentes del naturalismo. 
Las primeras vanguardias se centraron en el color (Impresionismo, Expresionismo), seguramente porque este elemento formal resultaba inaccesible a la fotografía, aunque también entonces se pintaban las fotos. Más tarde, cuando la fotografía hubo incorporado el color, la experimentación alcanzó a la propia composición (Cubismo).
Oscar Rejlander, La niña fotografía aporta 
un nuevo pincel a la pintura, 1856
Pictorialismo y Fotografía Directa     Las vanguardias salvaron la cara de los artistas de la figuración pictórica que se sentían ilegítimos trabajando el naturalismo en competencia con la fotografía. Las vanguardias reforzaron la idea de que lo artístico dependía de la flexibilidad de la pintura para modificar el crudo aspecto de la realidad y sublimarla en algo bello; además —añadían sus defensores—, los productos de la pintura son únicos y esa misma singularidad ya constituye un valor.
Entre 1875 y 1950 se desarrolla el debate entre pictorialismo y fotografía directa. Se calificaba como pictorialista la fotografía de (sobre todo) estilo impresionista, como si hubiera asumido un estilo prestado de la pintura. Estas fotografías requerían un trabajo manual posterior al mecánico de la impresión: cada foto depende de una manipulación cuidadosa y resulta una obra única, igual que un cuadro al óleo. Contra este proceder, se llamaba fotografía directa a aquella cuya plasticidad dependía exclusivamente de la impresión mecánica y del talento del artista para regular los medios a su alcance (profundidad de campo, iluminación, velocidad de obturación, etc.).
En el siglo XXI este debate estéril entre pictorialismo y fotografía directa nos parece simplemente una consecuencia del pensamiento todavía aristocrático de la sociedad que inventó la fotografía. Hasta muy avanzado el siglo XX los humanos consideraron fundamental el distinguir a cada individuo según jerarquías que hoy nos avergonzarían: por el linaje, por el color, por la nacionalidad, por el trabajo, por el nivel de estudios... incluso por la técnica artística de los oficios. Un pintor era generalmente considerado superior a un fotógrafo porque su oficio poseía tradición y un famoso linaje. Lógicamente, muchos fotógrafos trataron de granjearse la aceptación social aproximando su trabajo al de sus respetados colegas los pintores. 
La infografía disuelve prejuicios sociales     Hoy se valora la imagen artística con independencia de la técnica o suma de técnicas que la haya producido: pictóricas, fotográficas, encolados. Casi toda la figuración artística que se produce hoy acostumbra a sufrir retoques informáticos. En gran medida ha sido la infografía la técnica que ha disuelto las inquietudes sobre la “artisticidad” de las técnicas. Esto sucede en paralelo a la asunción del cosmopolitismo y la democracia cuyos principios rechazan la jerarquización de los productos culturales y, en general, de las personas.   

LAS VANGUARDIAS: MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS ANTIACADÉMICOS
Revolución artística       En los últimos veinticinco años del siglo XIX, Francia, el primer gran país de Europa en eliminar definitivamente la monarquía, se convierte en un hervidero de revoluciones culturales. Bulle de artistas y propuestas de renovación artística. Los ismos o vanguardias son movimientos artísticos que se oponen a las reglas fundamentales de la figuración clásica, de modo que quiebran las reglas del arte académico. 
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A menudo, las vanguardias surgen porque distintos artistas con pretensiones de crear un arte subversivo deciden exponer juntos para que su propia unión dé fuerza y legitimidad a sus trabajos; además, las acciones en grupo suelen lograr mayor notoriedad que las acciones individuales y el arte siempre necesita publicidad. También para aumentar esa notoriedad se crearán los nombres de las vanguardias, en todo equivalentes a marcas comerciales (“Rayonismo”, “Futurismo”, “Minimalismo” etc.) y serán presentadas a la prensa y al público por medio de manifiestos.
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La experimentación en artes plásticas se dirigió contra todos los elementos de la figuración tradicional:
 1) Derribar el estilo naturalista. Primero, había que derribar el corsé estilístico del academicismo. Contra el naturalismo se elevaron la experimentación cromática (estilo impresionista, estilo expresionista, estilo divisionista) y la experimentación compositiva (estilo cubista).
2) Superar la iconografía académica. Después se nutrió la iconografía con nuevos contenidos para superar las sempiternas referencias mitológicas y religiosas. La solución más aclamada y compartida por los artistas de vanguardia fue el simbolismo. Las nuevas alegorías se construyen con imágenes sugestivas cuya riqueza de significados no es siempre deducible. Cuando el simbolismo se obtiene por medio de imágenes que muestran mundos imposibles o metafísicos, hablamos de iconografía surrealista.
3) Superar la propia figuración. Más radicales, algunos artistas abandonaron la figuración a la búsqueda de un arte específicamente formal (abstracción).



Lo bueno de un libro digital como el nuestro es que podemos cambiar de portada cada vez que queremos compartir una imagen. Este otoño he ...