jueves, 1 de marzo de 2018

Capítulo 24. Vanguardias Art Déco (I): el Geometrismo figurativo (1905-1945)

Cassandre (Adolphe Jean-Marie Mouron) es el 
cartelista más celebrado del Art Déco. Exalta
 la monumentalidad de los medios de tranporte colectivo: 
los rápidos trenes y los gigantescos 
transatlánticos. En su estilo característico de planos
compuestos sin academicismo vemos la influencia 
del Cubismo. Cartel de 1931

Art Déco, cultura neoarcaica    Es la denominación de la cultura artística mayoritaria en Occidente en la primera mitad del siglo XX y supone, en gran medida, un historicismo fascinado por la arqueología que en aquellas décadas estaba desvelando el arte de las civilizaciones arcaicas (Machu Picchu, Ur, Hattusa, Creta minoica, cámara de Tutankamon). En alguna medida estos hallazgos arqueológicos promovieron el gusto por la geometría, común a todas las civilizaciones arcaicas.

 

 

Thayath, vestido de M. Vionnet, 1922
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Líneas tensas y angulosidad levemente 
cubistas en un cartel de 1930 dibujado 
por Antonio de Guezala
Este "neo-arcaísmo" se percibe en los estilos de las artes de la figuración, siempre abstraizantes (ojo: no confundir con abstractos), desde una suave reducción geométrica de las siluetas (Cassandre, Lempicka), hasta el virulento cubismo hermético (Picasso, Coburn), que casi disuelve la imagen por completo. 
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Siempre ingenioso, Steichen logra 
el estilo analítico del Cubismo mediante 
espejos y focos. Edward Steichen, anuncio de zapatos
de baile Vida Moore, 1927
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Vanguardias de la figuración Art Déco

Cuatro vanguardias figurativas recuperan el estilo abstraizante o geométrico de las civilizaciones arcaicas: el Fovismo, expresionismo de amplias superficies cromáticas que exalta el valor decorativo y sensual de la plástica; el Cubismo, vanguardia esencialmente estilística y la que ofrece mayor variedad formal gracias a una rica variedad de subestilos (analítico, hermético, sintético); el Futurismo, vanguardia iconográfica, carente de estilo, que recurre sobre todo al estilo cubista para representar; el Constructivismo, vanguardia de esencia política, capaz de integrar estilos diferentes e incluso categorías contrarias como la figuración y la abstracción, pues su propósito no es iconográfico ni estilístico, sino servir a una causa social.
 
CRONOLOGÍA
1905-1920. Trabajo experimental de las vanguardias Fovista, Cubista, Fovista y Futurista. Al final de la Primera Guerra Mundial, los creadores del cubismo ya se han separado, pero su estilo germinará imitadores. Por su partem los futuristas han fallecido en la guerra. 
1920-1945. Durante el período de Entreguerras se incrementa la popularidad de un naturalismo ligeramente abstraizante. Es el tiempo de los famosos carteles Art Déco. En la Unión Soviética (URSS), los artistas de vanguardia se unen en el Constructivismo y los sostienen hasta el ascenso de Stalin, el cual, como todo dictador de su época, abominaba del arte moderno.
Después de 1945. La vanguardia alcanza al gran público gracias a la animación de cortometrajes para el cine y la publicidad.  

Raoul Dufy, La Marne, hacia 1925.
FOVISMO       El expresionismo de las "fieras" (fauves), brevísimo episodio en torno a 1905, celebra la sensualidad del color y busca disfrutarlo en composiciones decorativas que rebosen alegría. Sus más famosos representantes fueron Henri Matisse y Georges Dufy, que hicieron del color el verdadero protagonista y leit motiv de sus cuadros. Toda una curiosidad, los cortometrajes de Len Lye de los años 30 exhiben esa misma fascinación por el color,

Matisse, Las tres hermanas, 1939
La danza del arcoiris, del artista Len Lye, el cual pintaba directamente sobre el celuloide, resulta un espectáculo sorprendente para 1936, porque su fovismo prefigura la estética pop del vídeo-clip de la década de 1980 
 
 
CUBISMO       Caracteriza a esta vanguardia la composición libre de las facetas de los objetos; se trata, por tanto, de una vanguardia estilística. Fue desarrollada en París con el máximo secreto por los artistas Pablo Picasso y Georges Braque entre 1907 y 1911 y pronto encontró discípulos (Ozenfant, Juan Gris) que ayudaron a divulgarlo. Hacia 1925 la variedad menos subversiba del estilo cubista ya había sido asimilada por el gusto general y comenzó a emplearse en la creación de carteles publicitarios pintados y fotografiados. 
Existen al menos tres estilos cubistas según su grado de naturalismo: 


Leve deformación cubista.  Robert 
Berèny, cartel para café Meinl, 1930
(1) El cubismo analítico es moderado en su antinaturalismo y no perturba la comprensión de lo representado; unas veces parece un suave terremoto o un mero estirar las líneas curvas. Lógicamente, se trata del estilo cubista más popular y frecuente. Rara vez se encontrará un póster publicitario en otro estilo cubista distinto del analítico. Según sus creadores, el gran inspirador de este estilo fue el pintor Paul Cèzanne, objeto de una exposición antológica en 1905, París, a la que asistieron Braque y Picasso. 
Paul Cèzanne realizaba análisis geométricos de las 
figuras que pintaba y sirvió de inspiración a los 
primeros experimentos cubistas. El pueblo francés 
L'Estaque, ha. 1884, colección particular
Un leve seísmo parece haber afectado 
a este pueblo cuando se le aplica cubismo
 analítico. Georges Braque, L'Estaque, 1907, 
Museo de Arte de Berna

















El cubismo hermético nos lleva a 
las puertas de la abstracción. 
¿Ve usted una mujer en este cuadro? 
Picasso, Ma jolie, 1911, MOMA





















 
 
 
(2) El cubismo hermético hace casi desaparecer el objeto y propende hacia la abstracción; de hecho, sus propios creadores, Picasso y Braque, comprendiendo que les conducía a cruzar la línea que separa lo figurativo de lo abstracto, recularon. Este estilo es el menos frecuente de los estilos cubistas. 
En un retrato, el estilo cubista 
sugiere complejidad y 
profundidad psicológicas. 
Coburn, Ezra Pound, 1917


(3) El cubismo sintético es el estilo cubista final en el que desembocó la vanguardia original de Picasso y Braque; con este estilo, la representación tiene aspecto de collage... o, incluso, se trata de un auténtico collage. Cuentan los libros de historia del arte que el primer ejemplo de este estilo es una composición de Picasso (Bodegón con silla de rejilla, 1912, colección particular): en él, el dibujo de entrelazo de la rejilla no ha sido pintado, se trata de un pedazo de hule estampado.
Sin miedo a la abstracción, Coburn 
transitó hacia ella con algunas de sus 
fotografías. Coburn, vortografía de 
Ezra Pound, 1917, MOMA.
La vortografía era una fotografía en 
la que se combinaban tres espejos.

La etiqueta de la botella de anís 
no es pintura, sino que ha sido 
pegada sobre el lienzo: verdadero
 collage; la palabra "jou" nos invita a 
descubrir el juego. Juan Gris, Anís 
El Mono, 1914, Madrid, MNCARS


Retrato alegórico por medio del collage fotográfico.
El Lisitski, Autorretrato, 1924, Nueva Yok, MOMA
Sencillez de lectura es lo que se 
pide a cualquier cartel publicitario, 
 porque debe leerse rápidamente. 
 Son numerosos  los carteles referidos a 
 exposiciones de arte realizados 
 con estilo cubista; eso quiere decir 
 que su sola presencia parece 
hablarnos  de arte: un estilo 
 que es icono del arte mismo. 
 Cartel de Natham-Garamond, 1949

Viktor Bobrinsky para The New Yorker, 1926


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Le Corbusier y Ozenfant denominaron a su propia 
vanguardia (una variante obvia de cubismo) el 
Purismo. El aspecto de este cuadro es de collage; 
decimos que su estilo es cubista sintético. Ozenfant, 
Bodegón con vaso de vino, 1921, Basel, Kunstmuseum

Bragaglia, Máquina de escribir 
fotodinámica, 1911, privada
 1900-1920     
 FUTURISMO       La vanguardia italiana Futurismo publicó su manifiesto en el periódico francés Le Figaro en 1909, redacción del poeta Tomasso Marinetti. Salvo en literatura, no tenemos muy claro qué pretendía exactamente, y como la mayoría de sus fundadores cayó en la Primera Guerra Mundial, no logró desarrollarse.

Para la iconografía, el Futurismo es la vanguardia que trata de representar las manifestaciones de la energía, y en particular, el movimiento de lo tecnológico. 
Marcel Duchamp, Desnudo 
bajando una escalera, 1912, 
Filadelfia, Museo de Arte
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No debe confundirse el Futurismo con un estilo formal preciso porque era una vanguardia abierta a todos los estilos; empleaba en cada caso el que mejor le servía. Le son particularmente características las imágenes repetidas como sugestión de movimiento, debidas a Giacomo Balla y Umberto Boccioni. El fotógrafo del grupo original se llamaba Antonio Bragaglia.
El estilo cubista es seguramente el más empleado por 
los futuristas. Aquí, el hérmético. Boccioni, Los 
que se van (Los adioses), 1911, Nueva York, MOMA

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Iconigrafía futurista. El Lisitski, Corredor, 1926
Nueva York, MOMA



1920-1950    
FOTOGRAFÍA CONSTRUCTIVISTA    La vanguardia soviética Constructivismo fue seguramente la más completa de su tiempo ya que sabía proyectarse sobre todo tipo de disciplinas artísticas y respondía a una revolución política y social de dimensiones históricas. Caracterizada por un extraordinaria potencia visual, obtenida mediante bruscas yuxtaposiciones y amplias diagonales (verdadero espítitu barroco), no se prolongó más allá de dos décadas porque el jubiloso comunismo inicial al que servía de trampolín y propaganda, fue después remplazado por la oscura y represiva dictadura estalinista, la cual pronto se reveló, como cualquier otra tiranía, alérgica a toda vanguardia. 
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El Constructivismo es una vanguardia tan amplia como excepcional. En artes plásticas, es la única que suma ejemplos figurativos (como las fotografías que acompañan a este epígrafe) y arte abstracto (véase Capítulo 26).   
Petrusov, Parada de la Armada Roja, 1937
Rodchenko, Parada del club deportivo Dynamo, 1932

















En fotografía, el constructivismo representa la geométrica belleza de los grupos humanos unidos. Verdaderamente las imágenes de desfiles y agrupaciones de Georgi Petrusov y Alexander Rodchenko nos parecen un verdadero trasunto imaginario del comunismo y su exaltación de lo colectivo frente al individualismo. 
Ejemplo extraordinario de síntesis de vanguardias: constructivismo político, iconografía futurista y estilo cubista. Sobre un muro del rectorado  de la Universidad Autónoma de México, los estudiantes  "vuelan" a servir a la sociedad portando en sus manos los instrumentos de las carreras aprendidas. David Alfaro Siqueiros, El pueblo a la universidad y la universidad al pueblo, 1956, mosaico vidriado (300 metros cuadrados)
 
Tamara de Lempicka es la pintora más 
icónica del art déco. Más que una gran 
artista,un ejemplo paradigmático de mujer  
flapper de los años veinte, aquella que 
después de haber trabajado en las fábricas 
que nutrieron a la Primera Guerra Mundial 
de armas y munición, no se resigna 
 a ser ama de casa. Como un hombre, 
luce pelo corto ("a lo garçonne", a 
lo chicazo),  fuma y conduce coches; 
lleva,  se dice, una vida sexual libre
y alejada del compromiso. Autorretrato en 
Bugatti verde, 1925, privada
 1920-1950     
NATURALISMO ABSTRAIZANTE O ARCAIZANTE       La mayoría de artistas del tiempo de Entreguerras aceptaron la moda del naturalismo suavemente geometrizado; pero tan suavemente geometrizado que a menudo nos parece excesivo calificar a tales imágenes de cubistas. Lo que se desprende de esta intromisión de lo geométrico en lo naturalista, particularmente en la representación del cuerpo humano, es una confianza esperanzada en el vigor físico y la ciencia médica para fortalecerlo, acaso porque en estos años los antibióticos habían comenzado a duplicar la esperanza de vida. No es posible imaginar humanos más poderosos que los representados por Tamara de Lempicka; sus figuras son colosales como las de Miguel Ángel, pero ahora los músculos parecen de acero porque estamos en la era de la biónica. Su equivalente fotográfico lo encontramos en el artista norteamericano de origen ruso, George Hoyningen-Huene.
La lectura geométrica prevalece en las 
exquisitas composiciones de Hoyningen-
Huene para este reportaje de bañadores. 
Unido a la geometría, el clasicismo parece 
alcanzar la inmortalidad. El deporte es el 
nuevo símbolo de la juventud porque 
exalta el cuerpo. Vogue, 1930
George Hoyningen-Huene, Vogue, 1930
Josep Renau, 1929, Barcelona, MNAC
Famoso por el dinamismo de sus fotografías 
de moda, Munkácsi también se plegaba al 
gusto por las composiciones geométricas. 
Pero donde Hoyningen-Huene 
compone con ortogonales, Munkácsi lo hace 
con oblicuas. Colección Ulstein


















































 1950-1970    
 LA VANGUARDIA SE POPULARIZA     La popularización de las vanguardias tarda, cuando menos, una generación: hay que esperar a que el público se haya acostumbrado a un estilo figurativo novedoso antes de arriegarse a utilizarlo en una producción cinematográfica.
M. Sasek, Esto es Londres, 1959

Vitroslav Mimika, Samat, 1958
Para el Cubismo y el Fovismo, el salto desde las exclusivas galerías de arte hasta el gran público acontece en la década de 1950. Es difícil atribuir el mérito a uno y otro artista. No hay duda de que la ilustración y el cómic facilitaron la asimilación de estilos antinaturalistas precisamente porque el antinaturalismo se encuentra en el  ADN de estas disciplinas gráficas. El arte de trazos sueltos y siluetas inacabadas de Saul Steinberg (dibujante de cabecera de The New Yorker) procedía del fovista Raoul Dufy. Al tiempo, Morislav Sasek ofrecía una manera de representar paisajes, objetos y personajes que encandilaba al público con su candor; caracterizaba a su estilo una síntesis muy particular de color fovista y planos cubistas. 
D. Vukotik, Surogat (sucedáneo) 1961
En este ambiente favorable a la vanguardia incluso la animación cinematográfica se arriesgó a experimentar con estilos poco convencionales. El triunfo de la animación de vanguardia norteamericana fue obra de los estudios United Productions of America (UPA), donde trabajaban artistas como BoB Cannon y John Hubley, y, más adelante, sirviendo a la televisión, caracterizó a los productores Hanna Barbera en series tan populares como Los Picapiedra y el Oso Yogui. La repercusión del estilo UPA puede rastrearse por todo el mundo, con excelentes ejemplos en la llamada Escuela de Zagrev (Vitroslav Mimika,Dusan Vukovik) y en el arte publicitario de los Estudios Moro (madrid) y los Estudios Macián (Barcelona). 


Estudios Moro, anuncio de Cola Cao, 1962. Puro fovismo



 

Lo bueno de un libro digital como el nuestro es que podemos cambiar de portada cada vez que queremos compartir una imagen. Este otoño he...