Las
civilizaciones antiguas siguen inspirando obras maestras de la ficción que consumimos ávidamente todavía en el siglo XXI. Por ejemplo, mientras escribo estas frases, acaba de estrenarse en los cines de Madrid Gladiator II (Ridley Scott, 2024) destinada a romper la taquilla, y en el Teatro Real comienzan los ensayos de una nueva producción de Idomeneo, rey de Creta (Mozart, 1781). Para los medios de comunicación, el pasado es presente.
Los sucesivos imperios mesopotámicos, mucho menos
conocidos, apenas son populares porque nos han dejado restos
arqueológicos poco o nada espectaculares. Y todavía hoy es raro
encontrar narraciones, en el cine o en los libros ilustrados, que se desenvuelvan en las viejas capitales de Irak e Irán tales como Babilonia, Nínive o Persépolis, por muy brillantes
que fueran en sus días de esplendor.
ÓPERA (se consignan los nombres de músico y libretista)
1824, G. Rossini y G. Rossi, Semiramide.
1870. G. Verdi y G Ghislanzoni, Aída.
1949, C. Saint-Sáens y F. Lemaire, Sansón y Dalila.
CINE (se consigna el nombre del director)
1955, H. Hawks, Tierra de faraones.
1949, C. B. DeMille, Sansón y Dalila.
1963, C. B. DeMille, Los diez mandamientos. Existe una gran versión en cine de animación:
1998, S. Wells y otros, El príncipe de Egipto. Dreamworks.
GRECIA Y LA MITOLOGÍA HEROICA
Los
héroes individuales inspiran a
la ficción contemporánea. Odiseo-Ulises y Perseo fueron grandes
viajeros, anticipos de James Bond y Ethan Hunt. Con menor frecuencia se escenifican las hazañas de Aquiles en Troya porque es difícil soslayar su homosexualidad y las grandes producciones siguen evitando la representación del homoerotismo. Con el libro de Frank
Miller 300, el héroe individual (Leónidas, general en la batalla
de las Termópilas) se funde con la hueste colectiva; obra especialmente
distinguida, adolece sin embargo de anacronismos.
Harry Hamlin como Perseo, sosteniendo la cabeza de Medusa |
ÓPERA (se consignan los nombres de músico y libretista)
1781,
W. A. Mozart y C. T. Mazzolá, Idomeneo, rey de Creta.
Siguiendo una obra de Metastasio escrita unas décadas antes, Idomeneo constituye un valioso ejemplar del juego que se traen los mezquinos y despiadados dioses olímpicos con los pobres mortales.
1909.
R. Strauss y H. von Hoffmanstahl, Elektra. La venganza de Electra y Orestes contra los asesinos de su padre --nada menos que su propia madre-- justifican la música expresionista y casi salvaje de este clásico de la ópera del siglo XX.
CINE (se consigna el nombre del director)
1958, P. Francisci, Hércules. Considerada la primera película del peplum griego y gran exhibición del portento musculoso Steve Reeves.
1963, Don Chaffey, Jasón y los argonautas.
1981, D. Davies, Furia de titanes (Clash of the Titans), con Harry Hamlin como Perseo.
1997,
R. Clemens Y D. Musker, Hércules.
Disney.
2004, O.
Stone, Alexander.
2007, Z. Snyder, 300. Según el cómic de Frank Miller, 1998.
CÓMIC-BOOK
1998, F. Miller, 300.
1642, C. Monteverdi y G. F. Busenello, La coronación de Popea.
1709, G. F. Haendel y V. Grimani, Agripina. Nueva versión de La coronación de Popea de Busenello.1724, G. F. Haendel y N. F. Haim, Julio César en Egipto. Según un libreto del siglo XVII de G. Bussani.
1791, W. A. Mozart y C. T. Mazzolá, La clemencia de Tito. Siguiendo una obra de Mestastasio estrenada años antes en ese mismo siglo XVIII.
1797, L. Querubini y F. Hoffman, Medea, basada en Medea (Eurípides).
1835, V. Bellini y F. Romani, Norma, basada en Medea (Eurípides). No hay gran soprano que no haya cantado Norma, rol dificilísimo, muy largo y emocionante. La leyenda de las grandes se construye con ella: María Callas, Joan Sutherland, Montserrat Caballé.
1846, G. Verdi y T. Solera, Atila. Basada en la obra de W. Zerner, Atila, rey de los hunos, 1809.
Best seller de ópera, con Maria Callas |
Marlon Brando con toga, Julio César |
CINE y TV El audiovisual mecánico continúa la tradición del melodrama. Las intrigas ahogan a los personajes que canalizan su desasosiego con violencia en escenas de lucha guerrera y carreras de cuadrigas.
1953, J. L. Manckiewicz, Julio César, 1953, según Shakespeare (1599).
1959,
W. Wyler, Ben
Hur,
1959, según la novela de Lewis Wallace (1880). La historia de un joven de Jerusalén cuya rica familia cae en desgracia por oposición al gobernador y es condenado a remar trirremes. Su extraordinaria fortuna lo conducirá más adelante a convertirse en campeón de las carreras de cuadrigas.
1963,
J. L. Mankiewicz, Cleopatra,
según C. M Franzero,
novela de 1957. Una de las producciones más caras de la historia y sin duda una de las más largas, cuatro horas. Realmente se trata de dos películas sucesivas que retratan la biografía de la reina de Egipto con sus poderosos maridos romanos, primero Julio César y después Marco Antonio. Además, extraordinaria producción escenográfica.
1964,
A. Mann y B. Barzman, La
caída del imperio romano.
Basada en la vida de Marco Aurelio y grabada una buena parte en España, país favorito del productor Samuel Bronston. Como la siguiente:
1967, S. Kubrick y D. Trumbo, Espartaco, según la novela de H. Fast (1951). Seguramente el peplum más logrado y de total vigencia en su mensaje político. Paisajes madrileños.
Stanley Kubrick, Espartaco, con Kirk Douglas como gladiador |
1977,
Herbert Wise, Yo
Claudio,
basada en las novelas de 1934 y 1935, Richard Graves, Yo,
Claudio y Claudio,
el dios. La serie de más prestigio en la década de 1980 y un hito de la historia del cine televisivo.
2000, R. Scott y D. Franzoni, Gladiator, según la novela Daniel P. Manix, Los que van a morir, 1959 y el filme La caída del Impero romano.
1928, R. Coscinny (guionista) y A. Uderzo (dibujante), Astérix el galo, 1959. Más de cuarenta álbumes y una quincena de películas de animación e imagen real.
2000 (desde), Jean-Yves Minton, Ben Hur.